Según el estudio realizado por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía “Cartografía de invernaderos en el litoral de Andalucía Oriental“, Almería cuenta con más de 30.000 hectáreas invernadas en 2016. Esta actividad agrícola es el principal motor  económico de la provincia de Almería. Concretamente, la horticultura protegida ocupa el 20% de la Superficie Agraria Últil y supone el 93% de la Producción Final Agraria de la provincia, lo que supuso en la campaña  de 2016 casi 3,7 millones de toneladas de hortalizas, que alcanzaron un valor de 2.000 millones de euros. Sin embargo, este exitoso modelo productivo, también ha convertido a la horticultura almeriense en uno de los mayores sistemas agrícolas generadores de residuos plásticos. 

El abandono de plásticos en los alrededores de las explotaciones tiene un fuerte impacto visual y paisajístico, degrada el entorno, y supone una grave riesgo por acumulación de agua cuando hay lluvias torrenciales, obstaculizando la salida natural del agua  al mar a través de ramblas, que terminan vertiendo toneladas de plástico al mar.

Por ello, dentro de nuestro proyecto DIVERSIFICA-T de  restauración ambiental en el entorno de los invernaderos, lo primero que hemos hecho ha sido limpiar, limpiar y limpiar.  Uno de los problemas que aparecen por la mala gestión de los residuos plásticos es que son fácilmente dispersados por el viento. Este es el caso de la zona donde vamos a actuar. Solo la recogida de plásticos acumulados por la acción del viento y maleza muerta nos llevó una jornada. Las tareas de limpieza de plásticos dispersados por el viento las mantedremos periódicamente, pero el terreno ha quedado listo para empezar a plantar.