Retomamos el trabajo en las aulas después de varios meses de confinamiento y los primeros encuentros nos muestran que el alumnado, como el resto de la sociedad, ha vivido muy intensamente los acontecimientos de la pandemia en la que nos encontramos. La forma de afrontar los numerosos cambios acaecidos en sus vidas y, como no, las formas de abordar la vuelta a las aulas, son tan variadas como diversidad de personas que hay en ellas. El sentimiento más generalizado, ha sido el de ilusión por volver al centro y, especialmente, las ganas de reencontrarse con sus compañeros y compañeras, a los que no veían en persona, desde hacía meses. La salud mental de nuestra infancia se convertía, más que nunca, en una prioridad.

Observamos que el alumnado ha vivido la vuelta al cole desde diferentes plataformas emocionales, especialmente, desde dos: El miedo (con todas las emociones que le son afines, la alarma, el recelo,…); Y la alegría. Muchos de nuestros chicos y chicas, van experimentando a lo largo de los días, “saltos” emocionales de una plataforma a otra; pasando, por momentos, por la ira, la ansiedad, la felicidad,…

Nuestro alumnado ha llegado a unas aulas completamente diferentes a las que dejaron. Protocolos estrictos de distancia de seguridad, aulas donde siempre había primado la falta de distancia entre todos/as y donde ahora la distancia es la clave; han llegado a aulas donde todos llevan mascarillas y donde se les recibe con un termómetro y un bote de hidrogel. Ese no es el cole que dejaron hace seis meses. Esta situación ha afectado a su actitud en el centro durante las primeras semanas de clase.

Todos los que formamos el proyecto de ciencia ciudadana de Valderrubio teníamos muchísimas ganas de volver al trabajo y seguir desarrollando los iniciativas de emprendimiento social que habíamos dejado sin terminar por la irrupción de la Covid en nuestras vidas. Sin embargo, la forma de continuar con estos proyectos ya no podría ser la misma.  En el caso de la Ciudad Neuroactiva, el efecto es especialmente significativo ya que, muchas de nuestras actuaciones se basan en tareas de cohesión y relaciones sociales, en tareas relacionadas con la importancia de la manipulación para el desarrollo cognitivo y, en tareas vinculadas al contacto intergeneracional. Nuestro proyecto se encuentra ahora con más dificultades que nunca y, sin embargo, sus actuaciones se hacen más necesarias, aún si cabe, de lo que eran antes de esta crisis; La necesidad de centrarse en la salud y el cuidado mental de la población se ha situado en un eje central, lo que nos ha llevado a buscar soluciones creativas para poder seguir desarrollando nuevas acciones para hacer realidad nuestra Ciudad Neuroactiva.

¿Recordáis dónde se quedó nuestro trabajo? Este vídeo ayudará a arrancar de nuevo: https://www.youtube.com/watch?v=dTM1HWgEVkE

Nos hemos puesto manos a la obra, teniendo claro que hay que guardar las distancias para estar más unidos que nunca. Nuestra primera acción es, como no, analizar las dificultades, las oportunidades, las amenazas y fortalezas de las que debemos partir para que nuestro proyecto pueda llevarse a buen puerto. Tras este análisis hemos vuelto a planificar nuestras acciones y para volver a echar a rodar nuestra Ciudad Neuroactiva.

¡A por todas!