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28 Abr '22 0
Un valioso y desconocido ecosistema costero
Hola atrapa-azules! Hoy os vamos a hablar sobre uno de los ecosistemas costeros más valiosos y desconocidos. Y es que nuestro proyecto está realmente comprometido con la conservación y la divulgación de este ecosistema: Las fanerógamas marinas. Vamos con una pequeña introducción sobre estas ninfas del mar.
Son un grupo único de plantas con flores que se han adaptado para vivir totalmente sumergidas en el mar desde hace 40 millones de años. Forman densas y productivas praderas que actúan como ingenieras del ecosistema, es decir, son especies fundadoras de hábitat. Debido a su alta productividad, las fanerógamas marinas proporcionan un gran número de funciones y servicios ecosistémicos, como son la regeneración de nutrientes, la mejora de la calidad del agua, la protección de la costa, la creación de hábitats de cría (incluyendo especies de relevancia económica) y enterramiento de CO2. Estimaciones recientes indican que las fanerógamas marinas son responsables del 20% del secuestro global de carbono en los sedimentos marinos a pesar de ocupar sólo el 0,1% de la superficie del océano siendo por ello un punto clave del denominado carbono azul. Todos estos servicios y funciones se traducirían entre 20.000 y 25.000 euros por hectárea por año (mucho más que los bosques tropicales que nos proporcionan unos 800 euros por hectárea por año).
Las fanerógamas marinas están presentes en áreas costeras poco profundas alrededor de todos los continentes, excepto en la Antártida, pero sólo cuentan con una superficie relativamente pequeña del océano (aprox. 0.1%). Nosotros consideramos a las fanerógamas marinas grandes luchadoras porque hay pocas especies (alrededor de 60) que se enfrentan a más de 8000 especies de macroalgas, de las que muchas compiten con las fanerógamas marinas por los recursos. Además, por desgracia, las fanerógamas marinas también se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo como consecuencia de la presión humana con una tasa de declive global del 7% anual y con casi el 14% de todas las especies en riesgo de extinción.
Cymodocea nodosa en la bahía de Cádiz. Se pueden apreciar las anémonas en sus hojas. Fotografía realizada por Luis G. Egea (UCA).
Las costas europeas están habitadas sólo por cuatro especies de fanerógamas marinas: Posidonia oceanica, Cymodocea nodosa, Zostera noltei y Zostera marina. Gracias al Atlas de Praderas Marinas de España, sabemos que España cuenta con casi 162.000 hectáreas de estos ecosistemas (un área equivalente a la isla de Gran Canaria). En los últimos años se han llevado a cabo proyectos de monitoreo y conservación de estas praderas, como Life Posidonia Andalucia, Life Posidonia Baleares o FAMAR. Desafortunadamente, aún existe un gran vacío en el conocimiento del área cubierta alrededor del mundo por las fanerógamas marinas especialmente en los trópicos y el hemisferio sur.
La conservación y recuperación de estos amenazados ecosistemas se está convirtiendo en un gran desafío para todos. Es necesario un esfuerzo global de conservación que incluya una reducción de los factores de estrés derivados de las presiones humanas que las fanerógamas marinas tienen que afrontar y, lo que es más importante, un mayor esfuerzo para introducir e informar a reguladores y al público general el valor de los ecosistemas de fanerógamas marinas.
Rocío Jiménez, investigadora de la Universidad de Cádiz y atrapa-azul del proyecto, entre praderas de Posidonia oceanica, en el Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera.