En la charla que nos dio Javier nos habló sobre el vermicompost.
Primero habló sobre cómo obtener composteras artesanalmente y sobre qué condiciones deben estar las lombrices. Tenemos que tener en cuenta la temperatura a las que las podemos tener ya que son muy sensibles al calor y a los cambios de temperaturas y deben estar todo el día a la sombra, en un medio húmedo.

Las vermicomposteras no son muy difíciles de hacer, solo necesitaremos unas cajas rectangulares de madera o de corcho que son las que hemos utilizado nosotros en este caso. A la caja le haremos agujeros en las esquinas, cuando le echemos agua para hidratar al medio y humedecerlo, el agua sobrante se hidrolice y las lombrices no se lleguen a ahogar y así caiga por estos agujeros hacia un recipiente que tendremos puesto debajo para recoger el líquido llamado lixiviado.

Ya que sabemos como funciona este mecanismo lo único que tendremos que hacer es colocar varias cajas con la misma estructura una encima de otra y ahí tener las lombrices.
También habló sobre las ventajas de tener lombrices en casa, como por ejemplo que ya no tenía necesidad de comprar abono ni fertilizantes para las plantas ya que tenía lombrices que convierten los restos de su comida en abono o fertilizante.
Para facilitar este proceso al darles de comer a las lombrices lo más recomendable es echarle la comida proporcionalmente y muy picada.

Otra ventaja muy importante es que al tener lombrices en las plantas, ellas les proporcionan mayor resistencia a la hora de las enfermedades y de las plagas.
Por último y no menos importante el vermicompost es un recurso que puede venderse caro a determinadas empresas agrícolas, debido a su gran efectividad, esto resulta muy rentable ya que comparando los grandes beneficios que nos da, con su barato coste de producción.

(Entrada elaborada por Pablo García Mateo)