Al proyecto le hacía falta un símbolo que lo identificara, y no podía ser de otra manera, tenía que ser uno creado por nosotros. Teníamos que dar a entender sobre qué iba el proyecto en una sola imagen. Para ello realizamos un Brain Storming, es decir, nos sentamos todos juntos para dar ideas de un posible logo.

Todas las que dijimos tenían en común dos puntos claves: Pulmones y tabaco.

De entre las muchas propuestas que se dieron a elegir nos quedamos con las cuatro que más nos gustaban. Posteriormente, unas compañeras se dedicaron durante varios días a plasmar aquellas ideas sobre el papel.

Aunque todas las opciones nos gustaban mucho, solo podíamos tener un logo representativo, así que hicimos un formulario para que varias personas votaran cual creían que debería ser nuestro logo.

En la votación salió elegido el logo número cuatro, los cigarrillos en cruz encima de los pulmones.

De ese modo aquel dibujo se convirtió en el logo del proyecto.