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14 Mar '19 0
Experimentando con el pulmón
El objetivo de esta investigación es generar una simulación del efecto que produciría el humo del tabaco a un pulmón humano.
Primeramente, al no poder acceder a un sistema respiratorio humano recurrimos a un pulmón de cerdo, anatómicamente muy similar, y le introdujimos un tubo simulando la tráquea.
A continuación, fabricamos una caja hermética que generaraba presión negativa, gracias a una bomba que evacuaba el aire del interior, para que nuestro pulmón se hinchará y asi se fumara el cigarro que habíamos puesto en el tubo que simulaba la traquea. Para ello hicimos varios agujeros a nuestra caja, pero además tuvimos que fabricar otra caja (usando un tupper muy grande) donde introdujimos nuestra caja, para que los alumnos no tuvieramos contacto con el humo en ningún momento, le pusimos unos tubos de un metro y medio de longitud en la parte superior para evacuar el humo que se iba generando, hicimos dos agujeros más en la base, donde fijamos guantes para ir cambiando los cigarrillos.
Una vez termina la creación del entorno de simulación empezamos con el proceso, objeto de estudio. La experimentación tuvimos que llevarla a cabo en la sala de “la Asociación Amigos de la Ciencia”, al aire libre, puesto que como sabemos en los colegios legalmente no está permitido fumar.
Para comenzar, con la ayuda de los guantes cogimos los cigarros depositados en el interior, los aplastábamos por la parte del filtro y los metíamos por esta parte en el tubo que simulaba la tráquea. Mediante presión negativa creamos el efecto de la respiración de inspiración y exhalación. Con este proceso se recreaba una respiración artificial veíamos como el cigarrillo se iba consumiendo al igual que ocurre cuando fuma un persona.
Nos sorprendió muchísimo observar que en las primeras cajetillas ya observábamos los efectos del tabaco, pero nuestra gran sorpresa fue que tras solo 150 cigarrillos (7 cajetillas), el pulmón ya presentaba un color amarillento y parecía haber producido pequeños tumores en algunas zonas. Además, el tubo que simulaba la tráquea presentaba un color amarillento con pequeñas partículas marrones adheridas al tubo.
Pensamos que si solo 150 cigarrillos puede producir esto, las consecuencias para un fumador son catastróficas.