Agenda de actividades
El proyecto tiene una duración de 10 meses comprendidos entre septiembre de 2019 y junio de 2020 (un curso lectivo). El proyecto se estructura en tres fases principales, diferenciadas en función de la naturaleza de las actuaciones que se llevarán a cabo en cada una de ellas y que quedan estructuradas tal y como se refleja a continuación.
Debido a la situación generada por la pandemia y el periodo de confinamiento al que nos vimos avocados durante el tercer trimestre del curso 2019/2020, la duración del proyecto se extiende hasta junio de 2021, adaptando los tiempos y las fases del proyecto a las excepcionales condiciones que estamos viviendo.
Fase 1 – Explorar
Una vez planteada la problemática sobre la que versa el proyecto, es en esta fase inicial donde se van a llevar a cabo las actividades encaminadas a la búsqueda de posibles soluciones. Para poder establecer dichas soluciones es necesario que los distintos agentes sociales implicados en el proyecto, no sólo dispongan de la información, sino también que reciban la formación necesaria que les permita abordar dicha tarea. Es imprescindible que dicha formación, impartida por los asesores científicos del proyecto, esté adaptada a los distintos agentes sociales implicados (alumnado, profesorado, familias, personas mayores, etc.) Es en este aspecto, en el que la asesoría científica del proyecto es imprescindible, así como su apoyo a lo largo de todo el proyecto.
Fase 2 – Crear
Es en este punto del proyecto en el que las propuestas de soluciones se materializan a través de las distintas acciones planteadas. Para ello, se establecen tres tipos de actuaciones. Por un lado, aquellas actuaciones encaminadas a informar a la población de la localidad del papel tan importante que la neurociencia juega en las vidas de todos y todas, que se materializarán a través de la elaboración de píldoras de concienciación y recreación. Y por otro lado, aquellas actuaciones enfocadas a convertir Valderrubio en una CIUDAD MAKER. De forma que las actuaciones estén encaminadas a transformar los espacios de la localidad (parques, jardines, etc.), habilitándolos de forma que sean lugares en los que se extienda el conocimiento de la neurociencia a toda la población y dejen de ser espacios contemplativos y pasen a ser espacios donde la población pueda crear. Del mismo modo, se plantean actuaciones destinadas a favorecer que la población consiga modificar y establecer rutinas alternativas que redunden en el beneficio de su salud mental.
Fase 3 – Ofrecer
Una vez llevadas a cabo las actuaciones del proyecto en la localidad, es en esta última fase donde se comprobará su efectividad mediante una evaluación de las actuaciones, en la que están implicados los diferentes agentes sociales. De esta forma obtendremos información muy relevante a la hora de discernir qué actuaciones han sido más efectivas y que aspectos son susceptibles de ser mejorados. Esta información será fundamental y servirá como base para poder elaborar el Decálogo Neuroactivo. Este decálogo se concibe como un recurso necesario que reunirá aquellos aspectos básicos y recomendaciones que permitan extrapolar el trabajo llevado a cabo en este proyecto. Cumpliendo así con el objetivo de la metodología ECO de ofrecer nuestros resultados y conclusiones a otras localidades que quieran mejorar la salud mental de sus vecinos y vecinas convirtiéndose en ciudades neuroactivas. En este sentido, la difusión juega un papel fundamental, no sólo en esta última fase del proyecto sino también a lo largo de toda su ejecución, que permita a los agentes sociales implicados, así como al resto de la población, hacer un seguimiento continuo a través de este espacio destinado al proyecto en la web del programa Andalucía Mejor con Ciencia.